domingo, 28 de agosto de 2011

La Bestia


-¡Míranos a los ojos!-
Una lágrima que no consigue escapar,
La mejilla que le busca y brota en la espera.

-¿Por qué nos odias?-
Y el aliento se muere en cada sentencia.
Los dientes vibran desesperados.
El pecho que reverbera como metralla.

Una mirada, una antes de escapar.
El gesto de la huida, la duda.
El amor.

-¿Quién eres? ¿Quiénes son?-
Escucha nuestros lamentos,
Escucha.

-¡Míranos!-
Y di que no.

¡No!

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